¿El ALCOHOL y los bares en tiempos de MILLENNIALS?

Según un estudio de la consultora Nielsen somos el país del mundo con mayor número de bares por habitante, aproximadamente 260.000 establecimientos se encuentran en activo a día de hoy, esto se corresponde a un bar por cada 175 habitantes, una cifra muy elevada que refleja un atributo alentador que forma parte de la marca España.

Dicho estudio destapa que actualmente el consumidor medio que frecuenta los bares está muy vinculado al uso de redes sociales e Internet. Según Calafat (2007) los jóvenes se están acostumbrando a un patrón de consumo que consiste en beber grandes cantidades de alcohol en muy poco tiempo para llegar al estado de embriaguez deseado, en Inglaterra lo han bautizado como “binge drinking” y en nuestro idioma es lo que se conoce comúnmente como botellón. Este fenómeno solo va en aumento provocando numerosas intoxicaciones etílicas en el colectivo joven. Sin embargo, no parece que este sea un asunto primordial para la sociedad que normaliza el consumo de alcohol y no se escandaliza si ve a adolescentes bebiendo en la calle.

Uno de cada tres clientes de restaurantes comparte su opinión acerca de su experiencia en el establecimiento a través de plataformas como Tripadvisor. Es por ello que estamos asistiendo a la transición del cliente lector de periódicos al cliente acompañado de su smartphone que en vez de preguntar por el diario pide la contraseña de Wi-Fi. En definitiva, nos encontramos ante consumidores habituados al uso de las tecnologías mayoritariamente.

Ante el panorama actual se aprecia que la comunicación del sector hostelero (tanto a nivel diurno – restaurantes, bares– como a nivel nocturno – pubs, discotecas) está adaptándose a este target; las publicaciones por redes sociales se han disparado, así como la difusión de ofertas económicas en la red y la publicidad pagada a través del medio digital tanto en plataformas sociales como en capital invertido en campañas de Google Adwords o en posicionamiento SEO para aparecer en los primeros puestos cuando el cliente busca reseñas. Hay locales muy versátiles que logran conectar con diferentes públicos innovando en el cómo de su visión empresarial. En este contexto, existen bares que se pueden catalogar como ‘camaleónicos’: empiezan ofreciendo desayunos, seguidos de menús saludables a mediodía, se visten de afterwork por la tarde y a la hora de cenar se transforman en gastrobares. Este modelo de negocio normaliza el consumo de bebidas alcohólicas sin importar el día, la hora o el lugar en el que se debe tomar alcohol.

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